LOS INCAS ARTE
Arquitectura
Muro inca en la ciudad del Cuzco.
Los ejemplos más típicos de la arquitectura inca se encuentran en la ciudad que fue su capital, Cuzco, donde destacaSacsayhuamán, mal llamada “fortaleza”, pues en realidad es un templo, rodeado de tres murallas en zig zag, formadas por bloques ciclópeos, que se conserva todavía en muy buen estado. Otros complejos importantes fueron las de Písac, Ollantaytambo y Machu Picchu, que son, junto con Cuzco, los principales centros arqueológicos de la cultura inca.
Machu Picchu, el más imponente asentamiento urbano del Imperio incaico, cuyo nombre significa "cerro viejo", está enclavado en losAndes, a 2.045 msnm, extendiéndose por sus cuatro cerros; fue descubierto en 1911.
Entre los templos más importantes que se conservan de esta civilización, cabe citar la de la Casa del Sol en la isla del lago Titicaca; el templo del Sol o Coricancha en el Cuzco; y el templo de las Tres Ventanas en Machu Picchu. En cuanto a los palacios, se destaca el de las Ñustas, también localizado en Machu Picchu; el Amarucancha y el Colcampata, en el Cuzco.
También es representativa de la arquitectura inca el complejo de Tambo Colorado en Pisco y el sector Inca de la Huaca "La Centinela" centro administrativo de los chinchas en Chincha, ambas en departamento de Ica.
Los Incas desarrollaron un estilo altamente funcional de arquitectura pública que se distinguió principalmente por sus técnicas avanzadas de planificación territorial, y refinada arquitectura de piedra.
El plano de sus ciudades estaba basado en un sistema de avenidas que convergían en una plaza abierta rodeada de edificios municipales y templos, también se usaban ladrillos de adobe y paja, la construcción de grandes complejos tales como la hoy denominada fortaleza de Sacsayhuamán cerca de Cuzco, que en realidad fue un extenso complejo inca de naturaleza religiosa y científica, y de gestión del territorio, de acuíferos para abastecer al valle de Huatanay.
Enormes edificios con mampostería de piedra encajada cuidadosamente sin argamasa (simulando una mazorca de maíz), como el Templo del Sol en el Cuzco, fueron edificados con una eficaz técnica constructiva. Otros logros destacables incluyen la construcción de puentes colgantes a base de sogas (algunos de casi cien metros de longitud), los extensos caminos empedrados que comunican la variada geografía andina, los canales para regadío y acueductos.
Escultura
En escultura, los incas hicieron muchos trabajos bien elaborados. En su mayoría fueron hechos en piedra, pero también lo hicieron en metales como el oro y plata, así como en madera. Representaron figuras antropomorfas (humanas), zoomorfas (animales) y fitomorfas (vegetales), de diversos tamaños, desde miniaturas hasta representaciones en tamaño real.
Algunas representaciones escultóricas están talladas sobre la roca madre (como en Machu Picchu) o sobre grandes piedras (Saywite); es decir se hallan asociadas a las grandes construcciones arquitectónicas. En algunos casos se ven representaciones de cerros, escalas y acueductos, de posible simbolismo ritual.
Otras piezas escultóricas simulan formas de tableros o maquetas, cuyo uso no ha sido precisado aún.
Cerámica
Aríbalo. Museo de Arte Precolombino, Cuzco, Perú.
Se pueden distinguir dos tipos de alfarería, la utilitaria y la ceremonial. La cerámica utilitaria era la de uso doméstico, por lo general hecho de manera simple y tosca. La cerámica ceremonial, mucho más elaborada y decorada, era enterrada con los difuntos, llenos de alimentos o bebidas que servirían a los muertos en su camino hacia el otro mundo. Son estos ejemplares los que se conservan en los museos y por eso lucen en perfecto estado.
La cerámica inca se caracteriza por sus superficies pulidas, su fina decoración pictórica de tendencia geométrica y el uso de los colores amarillo, negro, blanco, rojo y anaranjado. Solían pintar rombos, líneas, círculos, animales y frutos estilizados, así como plantas y flores.
Ejemplares típicos de la alfarería inca son el aríbalo (cántaro) y el quero (vaso).
El prestigio alcanzado por la alfarería inca hizo que en muchos lugares conquistados se copiara sus formas y decoraciones. Generalmente se producía una mezcla de los estilos locales con el estilo inca, y se encuentran piezas Chimú - Inca, Chancay, etc. Cuando llegaron los españoles, la alfarería inca perdió su función mágica y ceremonial y se volvió utilitaria.
Pintura
La pintura como expresión estética se manifestó en murales y mantos. Duccio Bonavia señala la diferencia entre paredes pintadas de uno o varios colores y los murales con diseños o motivos representando escenas diversas.
Los murales pintados se aplicaban sobre paredes enlucidas con barro empleando pintura al temple, técnica diferente a la utilizada para las pinturas rupestres. Hacia el Horizonte Temprano, la pintura era aplicada directamente sobre la pared enlucida, mientras que durante el Período Intermedio Temprano, se cubría el muro enlucido con pintura blanca para luego aplicarle el dibujo deseado. Otro medio usado en la misma época consistía en trazar motivos incisos sobre el barro húmedo para luego rellenarlo con pintura.
En la época moche se utilizaron pinturas murales y de alto relieve de barro como los descubiertos en la Huaca de la Luna y en la Huaca del Brujo, en Chicama.
La técnica y el uso de mantos pintados sobre telas de algodón ya no era costumbre de toda la costa, con mayor énfasis en el norte. Todavía por los años de 1570 a 1577 existían artistas especializados en el arte de pintar mantos que ejercían su oficio trasladándose de un lugar u otro. En aquel tiempo estos artesanos pedían licencia ante el oidor para usar de su arte e ir libremente por los valles sin ser estorbados.
En los museos y colecciones privadas se pueden apreciar estos mantos, empleados quizá para cubrir paredes desnudas o servir de vestimenta a los señores importantes.
Otro renglón dentro del arte pictórico fue la realización de una suerte de mapas pintados que representaban un lugar o una región. El cronista Betanzos cuenta que después de la derrota de los chancas infligida por el príncipe Cusi Yupanqui, los dignatarios cusqueños se presentaron ante él para ofrecerle la borla y lo encontraron pintando los cambios que pensaba introducir en el Cuzco.
Esta noticia no sería suficiente para confirmar tal práctica si no fuese apoyada por otra referencia la afirmación en el juicio sostenido por las etnias de Canta y de Chaclla en 1558 - 1570. Uno de los litigantes presentó allí ante la Real Audiencia de los Reyes los dibujos de su valle indicando sus reclamos territoriales, mientras los segundos exhibieron una maqueta de barro de todo el valle. Sarmiento de Gamboa decía que al conquistar un valle se hacía una maqueta y se le presentaba al Inca, quién delante de los encargados de ejecutar los cambios se informaba de sus deseos de todo tipo.
Metalurgia y orfebrería
Lámina gruesa de oro para revestimiento de muro. Museo del oro. Lima-Perú.
En el campo de la metalurgia, los incas se colocaron a la cabeza de los pueblos precolombinos, perfeccionando las técnicas heredadas de las culturas preincas. Conocieron y trabajaron el oro, la plata y el cobre, y aún obtuvieron la aleación del bronce (cobre y estaño). No conocieron el hierro.
Los metales los obtenían de los botines de las conquistas y de las explotaciones mineras organizadas, que pertenecían tanto al Inca como a las comunidades, obteniéndolas sin cavar muy profundamente la tierra. El oro lo sacaban mayormente de las arenas de los ríos.
Los minerales los fundían en crisoles de tierra cocida, que colocaban en las altas cumbres, y cuyo fuego avivaban soplando con canutos de cobre.
Los metales de mayor dureza lo utilizaban en las puntas de sus instrumentos de labranza, en sus armas, y en instrumentos para tallar piedras durísimas como el granito.
En cuanto a los metales preciosos (oro y plata), los utilizaron para labrar bellos objetos de orfebrería. En realidad, quienes realizaban estas obras artísticas eran los pueblos sometidos, como los chimúes, cuyos orfebres fueron trasladados al Cuzco para ejercitar su arte al servicio del Inca. Es fama que los conquistadores españoles encontraron cantidades ingentes de objetos artísticos labrados en oro y plata, como aquellos que fueron ofrecidos para el rescate del inca Atahualpa y los hallados en el Coricancha; sin embargo, todos ellos fueron fundidos y transformados en lingotes para ser transportados a España como riquezas.
Textilería
Arte textil inca con tocapus. Túnica.
La textilería estuvo muy desarrollada, aunque sin llegar a la belleza desplegada por algunas culturas preincas costeñas, como la nazca y la paracas.
Los incas conocieron los telares verticales y horizontales con los que crearon variados tejidos de lana y algodón. Los tejidos finos que se han conservado son motivo de admiración por su colorido y finura en la confección. Este tejido, llamado cumbi o cumpi, estaba hecho de lana de vicuña, y cuando se le quería dar calidad especial o aspecto vistoso, se le mezclaba con hilos de oro, pelos de lana y murciélago, o se le recubría con plumas multicolores, o se adornaban con cuentas. Estaba decorado con hermosos dibujos geométricos y naturales (tocapus). Los elementos decorativos y el color realzaban la fineza y suavidad del tejido.
También crearon tejidos decorados con plumas de colores vivos, de los que se conservan bastantes muestras en el ajuar de sus momias.
Debido a la organización clasista de la sociedad inca, los trajes finísimos estuvieron destinados al Inca y a la nobleza, mientras que las simples gentes del pueblo vestían trajes simples y burdos. Pese a ello, los habitantes del Perú antiguo fueron los mejores vestidos de América.
Música y danza
Los incas conocieron solo los instrumentos musicales de viento. Usaron flautas en diversas variedades, como las quenas, antaras y otras, así como los pututos (trompetas hechas de conchas marinas). También instrumentos de percusión como las tinyas o tambores. La música incaica era de cinco notas fundamentales, es decir, era pentatónica, en vez de la música de siete notas que hoy usamos.
Las labores agrícolas se hacían generalmente al son de la música y canto para darles ritmo y compás. La danza era ejecutada por grandes masas humanas y tenía preferentemente un carácter religioso. Había danzas totémicas destinadas a dar culto a los tótems u antepasados epónimos; danzas solemnes como las realizadas en las grandes fiestas religiosas como el Inti Raymi; danzas dedicadas a los muertos; danzas en conmemoración de hechos históricos; danzas guerreras y danzas de alegría (Kashua).